lunes, 15 de julio de 2019

La historia de Mark (Capítulo VII) Rojo Intenso: Parte 1


-Hola Mark, buenos días-
-Buenos días jefa-
-¿Cómo ha estado tu día?-
-Muy bien, gracias, tengo algo de prisa-
-Tú siempre estás apurado ¿Por qué no te tomas una pausa? Vamos a la cafetería y nos tomamos un café-

Esas palabras para él fueron tan inesperadas que sus nervios aumentaron. Mark era una persona que a pesar de su forma de ser fría y ensimismada, muchas veces prefería evitar situaciones que pudieran colocar en riesgo su estabilidad mental/emocional. Su jefa no era ajena a esta situación...

-¿Por qué te quedas callado? Parece que un gato te comió la lengua-
-Tengo trabajo que hacer-
-Estamos en hora libre- respondió irónicamente-no hay problema con ello, además recuerda que soy tu jefa, no pasa nada- Sonrió.
Mark asintió.

No le era incómodo sentarse a tomar un café, para él lo incómodo era la invitación de su jefa, a sabiendas que tenía sentimientos hacia ella, pero por el entorno donde se encontraba él tomó la decisión de limitar cualquier acercamiento hacia ella, a tal punto de evitar cualquier situación donde pudiera tenerla cerca. Ella en cambio solo observaba que su actitud era un poco distinta a lo que comúnmente veía a diario. A pesar de todo esa invitación para él fue agradable, a tal punto que  por un buen rato pudo sostener una conversación con ella.

-Oye Mark, hay una pregunta que quisiera hacerte, espero no incomodarte-
-Te escucho- Aunque por fuera se mostraba sereno, por dentro un cosquilleo lo tenía a punto de perder el control de sus emociones
-¿Por qué siempre estás tan callado? Me causa curiosidad ese silencio el cual es característico en ti, rara vez escucho tu voz, rara vez das una opinión, pero soy testigo de tus grandes capacidades, los resultados hablan por ti-
-Soy tímido-
-A mi no me engañes con eso Mark, tú no eres tímido para nada, porque no te pasa lo mismo con otras compañeras, eres detallista, atento, todo un caballero, incluso conmigo. Pero ahora que llegamos a este punto, hay otra duda que tengo respecto a tu actitud, tal vez sean ideas mías pero siempre estás como huyendo de mi, si me ves cerca buscas alejarte, evitas cualquier roce, mirada, gesto que tenga que ver conmigo. Está bien que yo sea tu jefa y debas manejar un respeto, pero me dejas muchas dudas al respecto-
Justamente en ese momento Mark explotó, no tenía otra opción.
-Se que merece una explicación y estoy dispuesto a dársela, aunque para mi sea algo un poco vergonzoso. La razón por la cual permanezco callado cuando usted está cerca es la misma razón por la cual siempre la estoy evitando, es algo que yo no decidí, solamente sucedió. Cada vez que estoy cerca de usted siento en mi cuerpo sensaciones difíciles de controlar, un profundo deseo de hacerla mía, de tenerla entre mis brazos, me pierdo profundamente en su rojiza cabellera, me pierdo profundamente en su piel de porcelana, mi cuerpo se estremece cuando escucho su voz, no puedo evitarlo, son muchas cosas que me atraen de usted, pero soy un hombre de principios, soy un caballero y como tal debo respetarla, usted es mi jefa y mi respeto hacia su persona debe ser uno A. Me mantengo al margen, para no actuar como un idiota, para no dañar mi relación laboral con usted. Jefa, mi trabajo aquí debe ser impecable, no puedo dejar que situaciones como esta se presenten, por ello mi silencio para no crear incomodidad en usted, por ello es que la evito, no quiero perder mi trabajo por una situación así-
Por primera vez en años, Mark abrió nuevamente su corazón y desnudó sus sentimientos para poder desahogar aquello que tanto ocultó por su bien laboral, él era consciente de lo que estaba en juego, sin embargo, la respuesta de su jefa le fue algo inesperado.
-Mark, aquí dentro de la institución soy tu jefa, fuera de esta mi nombre es Jelena...-  Ella sonrió.

...

-Entonces te le declaraste a tu jefa-
-¡Cállate Julio! No sabes lo que estás diciendo-
Julio se echó a reír, sabía lo difícil que era esa situación para Mark, pero al mismo tiempo lo animaba para que se abriera a una nueva oportunidad.
-Ya no te preocupes Mark, te atreviste a decirle que es lo importante, ahora puedes sentirte tranquilo contigo mismo-
-En eso tienes razón, amigo-
-¿Y ella qué te respondió?-
-Solo te puedo decir que en estos momentos puedo estar tranquilo, que esta situación no afectará en mi contexto laboral-
-¿En qué quedaste con ella?-
-Eso también me gustaría saber a mi...- 

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