La historia de Mark (Capítulo V)

En una de tarde de pesca, con el sol cerca del ocaso, sentado en el muelle sin dejar de mirar hacia el horizonte es sorprendido jocosamente por una vieja amistad, quien al reconocerlo no dudo en acercarse a este.

-Mark ¿Cómo estás?-
-Hola, Antonella, mucho tiempo sin saber de ti-
-Estaba en Argentina haciendo una especialización ¿Qué es de tu vida?-
-Doy clases de música y en mis ratos libres salgo a pescar, gano un poco bien y me alcanza para cubrir todas mis necesidades-
-no sabes cuánto me alegra escuchar eso-
-hace unos días me preguntaba por ti, solíamos andar juntos en la universidad y hablábamos por horas en el chat, pero perdimos contacto hace tiempo, a lo mejor tomamos rumbos distintos-
-tienes razón, me gustaba esa manera como hablabas, siempre tenías temas interesantes y estabas dispuesto a ayudar. Ahora que lo pienso, no se qué te pasó para que cambiaras tanto, no recuerdo bien en qué semestre comenzaste a cambiar con todos-

Aquellas palabras, sumado al proceso por el cual él pasaba hicieron que por primera vez en muchos años decidiera abrir su corazón y contar las razones de su cambio a Antonella.

-Por algún tipo de razón no puedo seguir ocultando más esta historia, no me puedo seguir escondiendo de mi mismo. Lo reconozco, mi vida social de hace unos años no se compara con la de ahora; soy muy solitario y prefiero estar en el monte alejado de todo. Eso tiene su razón de ser, es la única manera donde puedo expiar mis pecados. En el pasado hice mucho daño, tal vez no con violencia física pero sí con mis palabras y actitudes, destruí mi vida social y mi reputación a causa de mi ambición, me convertí en esa persona con quien nadie querría estar, no por mi físico, pero sí por el tormento que solía ser como compañía. Hasta que perdí mi oportunidad con una persona que en verdad valía la pena, no me había dado cuenta del daño que había hecho, fue entonces cuando empecé a cambiar poco a poco, quería intentarlo nuevamente, pero sus constantes negativas fueron como una daga al corazón, lo único que me quedaba era asumir que todo fue mi culpa, aceptar mi derrota y enfocarme en cambiar. De allí en adelante fortalecí mi perfil profesional y pude afianzar mis conocimientos sobre muchos temas. Sin embargo, todavía no me siento listo para iniciar otra relación-
-Ahora entiendo por qué no hablas mucho del tema, sabía que en algún momento alguien se atrevería a romper esa dura coraza y a escarbar en ti, lástima que no haya tenido un final feliz, pero lo importante es que pudiste corregir esos errores, no lo veas mal pero si no se dieron las cosas por algo fue-
-Esa es la idea a la que me aferro, pero no dejo de asumir mi culpa con todas sus consecuencias-
-No te preocupes Mark, no hablaremos más sobre el tema, pero me alegra mucho que me confíes este secreto-
-Eres de las pocas en quienes confío-
-¿Y quién es? ¿Puedo saberlo?-
-Confórmate con saber que fue la persona que me hizo cambiar para una mejora en mi vida-