Era el baile de fin de año, los docentes y administrativos
de la universidad estaban reunidos en lo que sería el evento de despedida para
irse de vacaciones. No era la típica fiesta familiar, era una fiesta solamente
para el personal. Mark había asistido porque el evento era obligatorio, sin
embargo vio una buena oportunidad para salir de su rutina pesquera los fines de
semana. Entre música y cervezas su aburrimiento se convirtió en una tarde
agradable, conversando con cada uno de los asistentes del recinto y disfrutando
del ambiente.
En un rincón a lo lejos se encontraba Jelena, su jefa. Al
verla notó que su actitud era un poco diferente a la de los demás, no se veía
animada pero hacía el esfuerzo por estar en la fiesta y pasar un rato
agradable. Al verla, no dudó en acercarse, pese a que llevaban mucho tiempo distantes, sin saber el uno del otro, ninguno de los dos quería generar un ambiente tenso debido a situaciones pasadas, tal vez
por respeto. Mark llevó una cerveza hasta su mesa, Jelena no se veía muy
sorprendida pero al verlo dejó escapar una sonrisa. Mark rompió el hielo.
-¿Por qué tan aislada?- Le ofreció una cerveza
Jelena sonríe y le recibe la cerveza, le dice:
-Si no fueses tú, Mark, te aseguro que ni la recibiría,
pero gracias, jamás has dejado de ser atento con nosotras*-
-¿Puedo sentarme aquí?-
-No hay problema-
Al sentarse iniciaron una conversación que les brindó un
rato agradable, Mark seguía notando en ella que algo no andaba como de
costumbre, no dudó un segundo en preguntarle:
-Jefa ¿Por qué ese semblante tan tétrico en su rostro?-
-No te puedo mentir... Mi matrimonio no anda bien, y tú lo
sabes, estoy en proceso de divorcio...- Sin terminar de decir sus palabras tomó
un sorbo de la cerveza que Mark le había llevado. Él no dijo una sola palabra,
solamente se limitó a beber su cerveza mientras permitía que Jelena desahogara
con él sus secretos. Pese a todo lo que había pasado entre ambos, aún
conservaban el buen trato laboral, cada uno se limitaba a su función sin
interferir en el camino del otro, las pocas veces que intercambiaron palabras
(después de su aventura como amantes) fueron estrictamente para temas
laborales y los constantes traslados de Jelena impidieron que estos se toparan en el camino, llevaban meses sin interactuar, sin verse, se extrañaban pero eran conscientes de sus realidades.
Las cervezas fueron haciendo su efecto y la temperatura fue
subiendo gradualmente, Mark y Jelena hablaban como nunca antes lo habían hecho.
En esta ocasión el alcohol fue desinhibiéndolos en sus palabras y pasaron a
contarse secretos que antes estuvieron ocultos, que pese a la relación carnal
que tuvieron en el pasado jamás habían tenido una conversación tan profunda
como la que estaban llevando en ese momento.
-Mark, sé que entre nosotros pasaron cosas que no se deben
repetir, pero no sabes el gusto que me da hablar contigo, conocer de ti esa
parte que tanto ocultas, si mi esposo fuera como tú…-
-Mejor no hablemos de eso, está muy agradable esta
conversación- La interrumpió al querer hacer esa analogía
-Sí, tienes razón-
-¿Vamos por otra cerveza?-
-Sí, por favor-
Poco a poco fueron dejando atrás sus tabúes, Jelena a pesar
de tener claras las cosas sentía que no podía rechazarlo, no podía alejarlo.
Mark, aunque intentaba evitarla, siempre terminaba cerca de ella, dándole
motivos para sonreír, sin importar su estado de ánimo. Con varias cervezas
encima y la temperatura aumentando, poco antes de los roces y las miradas
ajenas, Mark se le acerca al oído diciéndole:
-Jelena, sé que tal vez no estoy en condiciones de pedirte
esto, pero me gustaría seguir compartiendo contigo en un lugar más privado,
antes que las cervezas sigan haciendo efecto. Además quiero evitar comentarios
malintencionados-
Jelena asintió, en ese momento no se pudo contener, quería
que ese momento ocurriera.
…
-Mark, esto no debió ocurrir NUNCA, pero no me puedo
contener. Lo que pasa entre nosotros no está bien, debe evitarse a toda costa…-
-¿A qué precio?-
-Eso no importa, esto no puede volver a suceder-
Mark la miró fijamente y la besó apasionadamente, dando
paso nuevamente al placer prohibido. En esta ocasión, no fue solo sexo, Mark le
hizo el amor y ella lo permitió, no se pudo contener.
-Tienes razón Jelena, esto no volverá a suceder-
Jelena lo mira fijamente, lo besa y en medio del clímax de sus
besos le susurra:
-Mark… esto debe evitarse… no debe volver a pasar… Pero… Llegado
el momento… Cuando estemos solos… ya no me podré contener…-
*Sus compañeras de trabajo
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