jueves, 15 de diciembre de 2016

La historia de Mark (Capítulo II)


Mark se despertó por el sonido de su teléfono celular, era Julio, su mejor amigo; lo convidava a pescar y a tomar cerveza mientras compartían sus vivencias. Julio, padre de dos niñas y el mejor amigo de Mark en la juventud. Más que un amigo, lo llamaba compadre, por todos los momentos en los que se habían acompañado.

Cuando Mark escuchó el sonido de la motocicleta, supo que había llegado.

-¿Cómo está todo hermano? Hace tiempo no nos parchamos-
-Muy cierto Julio, hemos estado distantes por nuestros compromisos, dime ¿Cómo te tratan tus tres mujeres en casa?-
-Hasta el momento todo muy bien, gracias a Dios. Hay dificultades, como todo, pero siempre dispuestos a superarlas-
-Tal vez para ti es fácil, pero tu sabes que yo no desgasto mi tiempo en situaciones que representen un desgaste emocional muy grande-
-¡Ay viejo Mark! Tú nunca vas a cambiar-

Se colocó el casco y chaleco, se subió a la moto y emprendieron su viaje.

-¿A dónde iremos esta vez?- Preguntó Julio.
- Tubará City-
-No es mala idea-
-Seguro-

El plan era el mismo de siempre, sacar unos porros y fumar entre la brisa y el monte, buscando la tranquilidad constante que los caracterizaba. Mark desde muy joven había abrazado la filosofía del M.G.T.O.W. (Man Going Their Own Way, que en el idioma español traduce: Hombre que va por su propio camino). Esa filosofía de vida fue la que lo ayudó a encontrarse a sí mismo como ser humano, sus malas relaciones en el pasado lo hicieron una persona fría y ensimismada pero nunca perdió su esencia y su ser, su estilo de vida bohemio, su amor por la naturaleza, la música y las artes, las cuales dominaba como si se tratase de un juego de niños.

Julio, en cambio tenía el equilibrio de tener una esposa feliz con la cual tenía dos hijas  y ambos trabajaban por su bienestar mutuo. Él significaba mucho en la vida de Mark, ambos eran como compadres, llevaban muchos años conociéndose y siempre estaban en las buenas y las malas.

-Mark ¿Hace cuántos años nos conocemos?-
-Los suficientes como para darme tu sermón del día-
-Sabes, no es cualquier sermón, es sobre tu futuro. Mark, ya vas pisando el tercer piso, no tienes 20 ni 25, son 30 años que has disfrutado solitariamente y haciendo lo que te place pero debes saber que es hora que construyas tu propia familia, no siempre la soledad es el mejor camino-
-En menos de una semana dos personas importantes en mi vida me han hablado de lo mismo, no se el propósito de esto pero prefiero no tocar ese tema-
-Yo se que te da un poco duro hablar sobre esto pero es importante que lo sepas, muy en el fondo sabes que tienes esa necesidad: de tener una pareja estable con quien puedas construir un hogar. No te engañes. Sabes bien que no soportas esa soledad en la que vives-

Muy en el fondo, Mark sabía que era cierto. Sus malas experiencias en la juventud lo hicieron dejar a un lado el tema del sexo y las mujeres para dedicarse a su crecimiento personal, el cual lo logró consolidar en el mundo de la radio y el servicio al cliente. Y es que hasta en su trabajo los compañeros insistían en que debía tener una pareja con quien poder compartir.

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