jueves, 14 de marzo de 2013

Más allá del silencio


Una oscura habitación le dejaba el amargo recuerdo de aquel fatídico día. Aún recordaba la sangre derramada y ver su cuerpo sin vida, con la mirada perdida, aferrada al anillo de bodas que días antes le había comprado y en su mano una nota manchada con su sangre con la frase "Tú y Yo".

Esas palabras que no podía borrar de su memoria, de pasados recuerdos, de promesas por cumplir, de todo ese amor que ella producía en él. Dejaba escapar unas lágrimas, no sin antes dejar caer un ramo de rosas sobre su tumba. La brisa secaba sus lágrimas, sentía su presencia, desde el cielo le sonreía.

-No llores por mí, vivo dentro de ti- La escuchaba decir, sus palabras retumbaban en su mente, su corazón latía a cien. Suspiraba, intentando mantener la calma. Luego se dio cuenta que es de humanos sentir dolor, sin embargo no dejaba de sentirse extraño.

No habló con nadie, no dijo nada, no volvió a decir palabra alguna hasta que por sus propios medios lograse superar su pérdida, su amada, su todo. Por medio del silencio se podía conectar con ella, estaba enloqueciendo. Su único consuelo eran las letras. Pasaba horas y horas escribiendo en un cuaderno, y allí inmortalizó su imagen. Plasmada en una obra que pronto se dio a conocer...  

1 comentarios:

Luis Zaldivar dijo...

La muerte de alguien a quien amas es una búsqueda infructuosa de un consuelo que, aunque sabes que jamás llegará, te quedas esperando toda la vida, e intentas consolar tus lágrimas de algún modo, aunque te cueste creerlo. Gracias por compartir esto amigo.